martes, 25 de diciembre de 2012
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EL POWER TRIO DE LA HISTORIA DEL ROCK
La ópera prima de Grand Funk está ad portas de cumplir medio siglo. El power trio de clase obrera, oriundo de Flint en el estado de Michigan, fue un verdadero tren desbocado desde el primer momento. No estamos hablando de una carrera que tuvo que dar pasos paulatinos, ellos estallaron desde la primera entrega; antes de que terminasen los 60’s.
Apenas teniendo entre 18 y 21 años: Mel Schacher en bajo, Don Brewer en batería, y Mark Farner en guitarra y voz —estos últimos dos salidos de una agrupación que no pudo despegar: Terry Knight and the Pack (1965-67), el mismo Terry Knight que jugó como productor en las cinco primeras placas de los Railroad; además de quedar como mánager. Impulsados por otros tridentes que rompieron esquemas, como Cream y The Jimi Hendrix Experience, se cobijaron bajo Capitol Records para el lanzamiento de On Time; en agosto de 1969 —con la portada que hace referencia a la Grand Truck Western Railroad, una línea ferroviaria todavía en uso; que pasa por la ciudad de los aludidos.
Y ya de buenas a primeras, nos dan la bienvenida con Are You Ready; que con sus tres minutos y medio se hace corta. Las cuatro cuerdas dan lugar a Anybody’s Answer, en un sentido aire nostálgico —que a ratos pareciera sonar a Paint It Black, de los Rolling Stones.
Le continúa el single promocional que adelantó el disco: Time Machine. Casi cuatro minutos de pura elegancia y frescura, que se niega a envejecer; con una apertura de guitarra marca de fábrica. La letra despreocupada, al igual que la base, se desliza sin mayor esfuerzo; nada allí entra a la fuerza, mucho menos la armónica que asoma por el último tercio. Y siguiéndole la pista, a esa vibra blues, se hilvana High on a Horse —aunque volviendo a subir el volumen.
T.N.U.C. es la excusa para que Brewer ataque por la mitad con un solo de batería, siendo de hecho el grueso del tema —muy en la veta de lo que haría tiempo después Led Zeppelin con Moby Dick, Deep Purple con The Mule, o Black Sabbath con Symptom of the Universe. En tanto, el Lado B arremete con más densidad: primero con Into the Sun, toda la primera parte Farner robándose el protagonismo con una delicada guitarra; para que luego entre el cambio de ritmo golpeado y punzante.
Heartbreaker es entrar en aguas profundas. El segundo single promocional, y carta fuerte del álbum; un lamento a flor de piel “que lo está derrumbando”, saltando de los tonos frágiles a los acelerados —sobre todo tras el final falso, con un retorno que no se guarda nada. Un medio tiempo de la mano de Call Yourself a Man, para darle paso a la primigenia Can’t Be Too Long; y asomándose en la recta final la jovialidad de Ups and Downs.
Sólo necesitaron cincuenta minutos para cimentar su camino al estrellato. Todavía primitivos, les faltaba ruta para ser “La Banda Americana”; junto a los teclados de Craig Frost —que llegaría para el séptimo trabajo, de 1973; pero en el intertanto eran una olla a presión. Donde en este On Time, Mark Farner se echó el grupo al hombro; quedándose con el 100% del crédito compositivo. Aún sonando impecable en sus bodas de oro.
Una jornada única para todos los amantes del mejor rock clásico se vivió anoche en el Club Rock y Guitarras de Macul ya que tuvimos la oportunidad de estar junto a un monstruo del classic rock mundial “Mark Farner”, quién visito el lugar junto a sus músicos para compartir con sus fans y apreciar un show cargado de rock animado por Rodolfo Roth una figura ya clásica de nuestro país (como no recordar el gran programa que conducía en los 80 Magnetoscopio Musical donde Grand Funk no podía faltar) además, estuvieron presentes los ya míticos “Aguaturbia” banda de Denise y Carlos Corales quiénes interpretaron parte de su discografía mas algunos covers de Grand Funk en versión propia lo que saco aplausos de pie de parte de Farner el que se encontraba en un área adaptaba especialmente al músico y su banda. Parte del evento también fue una exposición de motocicletas “Harley Davidson” en la entrada del local y de la banda tributo en Chile “Paranoia”.
Todos quienes disfrutamos de este estilo musical tal como lo menciono Rodolfo Roth estuvimos en un evento histórico ya que no siempre se da la oportunidad de conocer a los artistas que nos visitan en un ambiente tan relajado y cargado de Rock & Roll
Farner luego de compartir varios minutos con sus seguidores en el recinto agradeció a todos los presentes y los invito al show de hoy en el Teatro Caupolican el que sin duda será una reunión de toda la vieja escuela rockera del país y que permitirá presenciar a unos de los grandes músicos de todos los tiempos por segunda vez en nuestro país, luego de esto Farner firmo autógrafos, discos y vinilos que algunos llevaron, se saco fotos con los presentes y abandono el recinto terminada la presentación de “Aguaturbia” después, el ambiente se encendió nuevamente cuando toco el turno de “Paranoia” quiénes con un setlist muy completo y una performance muy bien desarrollada por momentos nos trasladaron a los años 70 e imaginarnos toda la potencia de Grand Funk como si de ellos mismo se tratara. Ya bien tarde y siendo un día laboral las energías no se detenían y algunos abandonaron y otros se quedaron para ver la presentación de la banda “Lagrima seca” quienes tocaron temas propios y entregaron las ultimas notas a un evento cargado del mejor Rock& Roll así se dio fin a la previa de Mark Farner en Chile y que dejo a todos muy satisfechos y con las pilas recargadas para la presentación de Farner hoy en el Caupolicán
Me quedo con el segmento en que se entrelazaron tres de las canciones que llevaron a Grand Funk a la cima, curiosamente dos de ellas covers. “The Loco motion”, “Some kind of wonderful” y la legendaria “Heartbreaker”. Farner demostró que es un músico inquieto: dejó la guitarra para tocar los teclados en un par de temas, sopló su armónica en “Inside lookin’ out” y le dio con ganas a una pequeña batería en un impasse de percusión, que comenzó con Crawford solo y terminó con los cuatro músicos golpeando al mismo tiempo, casi de manera tribal. No hubo nada en el show que pareciera excesivo y es parte del encanto de un músico humilde y que se deja emocionar por la interacción con quienes le siguen.
Una hora y media después del comienzo, Farner dio por terminado el show. Se abrazó a una bandera chilena mientras la gente coreaba un ensordecedor “ohhh, ohhh” y luego anunció que volverá, no dijo cuándo pero todo indica que será pronto. No creo que haya otro lugar en el mundo donde Farner tenga una audiencia tan caliente. Así que a esperar tranquilos: la tercera visita de Farner a Chile está casi garantizada.
Conversamos con el es líder de Grand Funk Railroad de la banda de toda su vida, la guitarra, política y, por supuesto, su show en Chile el próximo 8 de marzo en el Teatro Caupolicán. Una charla extensa, con un músico relajado y ansioso de volver a Sudamérica. Mark Farner en profundidad, como no lo va a encontrar en otro lado.
De lo que sabemos, vienes con un show que será casi exclusivamente material de tus años en Grand Funk Railroad. ¿Puedes confirmar esto?
La mayoría de lo que vamos a tocar es música de Grand Funk Railroad. También meto algo de mi material solista. Le preguntamos a los fans a través de internet las canciones que querían escuchar. Hay gente de todo el mundo que votó y nos dieron un buen setlist.
Le contamos a nuestro fan club que queríamos un set armado por fans. ¿Cuáles eran las que el público quería escuchar? Uno como músico sabe que quieren los hits, pero el resto siempre está en la duda. Aprovechamos la posibilidad de que por la red te puedes comunicar directamente con los fans. Les preguntamos y ellos armaron el set, durante tres semanas y votaron más de 27 mil personas.
Mencionaste los hits. ¿Nunca te cansas de tocar algunas de estas canciones una y otra vez por tanto tiempo?
Nunca me canso. Las amo, porque apenas comienzo a tocar, me traen recuerdos de vuelta, a mi y a los fans. Cualquiera de las canciones de esa primera época no habían video clips, por lo que la imaginación era la que daba vida a cada canción. Era parte de quién eras. SI escuchas “I’m Your Captain” y preguntas a 100 personas qué memorias les trae de vuelta, todos te dirán algo distinto.
¿Qué puedes decirnos de los músicos con que vienes? ¿Es tu banda N’rG?
Sí, N’rG. Es Hubert Crawford en batería, que tocó con James Brown. Mi bajista Lawrence Buckner viene conmigo desde 1985. Y mi tecladista Karl Propst también hace percusiones. Y todos ellos cantan muy bien, así es que soy muy afortunado de tener una banda que pueda apoyarme en “Locomotion”, “Some Kind of Wonderful” y otras. Así puedo reproducirlas como en el álbum.
Justamente te iba a preguntar. ¿Quién hace voces en temas como “We’re an American Band”, que la cantaba Don Brewer en Grand Funk?
Esa la hace Karl. Él suena casi exactamente como Don Brewer. Él se convirtió en el personaje, si cierras los ojos es como escuchar el álbum.
Pude ver unos videos tuyos en Youtube, me sorprende lo bien que estás cantando. ¿Haces algo para mantenerte en forma?
Mi señora es 13 años menor que yo, así es que debo seguirle el ritmo a ella (risas). Ella me alimenta bien, somos saludables, llevamos 34 años juntos, y le doy todo el crédito a ella.
A propósito de lo mismo, ¿qué tan seguido sales de gira? ¿Lo sientes como una carga a medida que pasan los años?
Me gusta salir de gira, pero en el verano. Cuando llega el invierno a Michigan, prefiero evitar salir de aquí. Minimizo mis fechas, diciembre, enero y febrero. Aunque en este diciembre fuimos a tocar a Moscú! Trato de ser más selectivo, tú sabes.
Empezaste como un guitarrista con raíces blueseras pero también tocando muy duro. ¿Te preocupas por seguir desarrollándote como guitarrista?
Sí, y ahora mismo estoy pasando mucho más tiempo en la guitarra acústica. Sigo tocando eléctrica, claro, pero he descubierto la acústica y me he estado acercando poco a poco. Y me ha gustado lo que he encontrado ahí.
¿Estás llevando eso a tus shows?
No aún. Lo hemos conversado, hacer una parte acústica al medio del set para variar el ritmo y bajar las revoluciones. Logísticamente, cuando tocas guitarra acústica te gusta lograr el sonido que alcanzas cuando estás en casa. Y yo no llevaría mi guitarra de viaje. Es con la que toco aquí, y no quiero arriesgarme a perderla o a que le pase algo. Va a depender de los instrumentos que consiga para hacer un set acústico y cómo logre que suenen.
Sólo por curiosidad, ¿cómo suenan tus canciones antiguas en formato acústica?
Es interesante. Suenan distintas, lógico, porque no me dejo llevar por el volumen del amplificador para lograr el elemento rockero, pero siento que hay rock and roll. Pero con la acústica he estado más sensible a afinaciones, encontrar acordes, sonidos, la manera en que las cuerdas suenan, me encanta. Me encanta como me hace sentir escuchar mi música así.
Cuando comenzaste, se sentía la influencia que tenías en los guitarristas de blues de los 50 y en tipos como Clapton o Hendrix. ¿Sigues aprendiendo de ellos, o ya has encontrado otros referentes?
Sigo aprendiendo a medida que toco. En los 90 toqué en la banda de Ringo Starr, la All Starr Band, y ahí estaba Randy Bachman de BTO, y me mostró los acordes con que lograba su gran sonido, y los aprendí y los incorporé.
Yo aprendí prácticamente solo a tocar guitarra. Cuando estaba empezando tuve 3 sesiones con mi profesor de guitarra. Me enseñó a afinar, algunos acordes, a mantener las uñas de mi mano izquierda cortas y de ahí en adelante me eduqué viendo a distintos guitarristas y tocando con gente nueva. Así logré mi propio estilo. Creo que lo que me lleva es el deseo y el feeling.
A medida que varían los estilos predominantes en la música, también van cambiando los referentes. En la actualidad, parece la época del rescate del folk rock. ¿Estás en contacto tú con nuevos músicos? ¿Tocas con ellos? Me gustaría saber qué tan cercas estas con los músicos jóvenes.
Sólo escucho música moderna a través de mi hijo. Él escucha mucho rock contemporáneo, y varias veces me uno a él en su habitación. Y hay algunas cosas buenas. Pero personalmente no me he contactado con nadie ni lo han hecho conmigo. Ni siquiera escucho radio, no veo televisión tampoco. No tengo el tiempo para esto, priorizo mi vida. Siempre estoy preguntando a mi hijo por nombres de lo que le gusta, me fijo de qué temas escriben, cómo suenan, pero no pasa de allí.
Creo que todos los músicos quieren lograr lo que nosotros logramos, mi generación. El dar el paso y hacer la música que la gente quiere. En Grand Funk era responsable con mi composición, pero también daba cuenta de lo que veía a medida que viajaba. Llevar temas a la luz, hacer pensar a la gente y evitar que nos pudriéramos.
Grand Funk podía ser calificado como hard rock en relación a lo que sonaba a fines de los 60. Aquel término ha evolucionado también con el paso de los años. ¿Sientes la presencia de Grand Funk Railroad en las bandas que en los últimos tiempos han sido calificados como hard rock?
Sí, por supuesto. Incluso un caso como el de Van Halen, que siempre han dicho que escuchaban a Grand Funk y fuimos una de sus primeras influencias. Lo mismo con Prince. En los noventas, pasaba así con Alice in Chains también. Mucha gente lo ha reconocido.
Cuando empezamos era heavy metal, pero con los estándares actuales no seríamos considerados así. Me gusta pensar que fuimos los abuelos del heavy metal (risas).
En 2006 publicaste un disco titulado For the People. Recordando lo que pasaba en EEUU alrededor de esa época, ¿había algún significado especial para ese título?
Así es. El gobierno de EEUU tiene que ser supuestamente del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Y eso sostendría la libertad de los ciudadanos. La gente no ha sido representada aquí. No estoy en contra de los gobiernos específicos, sino más en contra de la corrupción y los vicios de estos.
Hay algunos oídos que no van a poner atención a lo que yo tenga que decir, porque su corazón está en el medio, y caen en la trampa de las mentiras. Pero quiero llegar a las personas que son libres en sus mentes, es un compromiso espiritual contigo mismo. En EEUU la deuda es astronómica, pero esto vino de muchos años atrás al darle el control de nuestras reservas a gente que vive en Europa, pero la mayoría de los ciudadanos de EEUU no lo saben, porque los medios están controlados por las mismas personas.
Nos distraen con banderas de lucha como el racismo o el aborto, que las ponen a flamear en la parte más alto del castillo. Pero es el castillo completo el que tiene que caer y recién ahí tendremos paz en el mundo. Nos quieren hacer sentir amarrados a una deuda pero el espíritu quiere ser libre. De eso se trata mi música.
Aquella época recuerdo que los músicos que se levantaron y apuntaron injusticias y abusos del gobierno norteamericano fueron viejos referentes, tipos con décadas de carrera. Algunos de los mismos que estuvieron contra Vietnam. ¿Sientes que esta generación está menos involucrada con estos temas? ¿Faltos de ideas o ganas de hacerlo?
Creo que las generaciones más nuevas están poco informados. Sólo si sabes la verdad podrás ser energizado por estos temas. Si no, lo que haces es ruido, nada más. Yo quiero llegar a la gente y darles una esperanza de amor, ese es el objetivo de cada nota que sale de mi guitarra.
Hay que proteger a los chicos, hay que proteger su inocencia y lo que yo quiero es que mi música nos recuerde quiénes somos realmente.
Me imagino que sufres el mismo problema de muchos artistas con una trayectoria tan grande, que es el que sus discos nuevos son opacados siempre por el recuerdo de los clásicos. ¿Lo sientes tú también?
Yo veo como todo parte de lo mismo, es el trabajo de mi vida. Es distinta gente ayudándome a expresarla. Incluso cuando con Grand Funk en los 80 salimos con Dennis Bellinger en el puesto de Mel Schacher (bajista), sonaba distinto y Dennis sólo podía tocar como Dennis.
La comparación con Grand Funk está ahí. La combinación y la química de la formación de Mark, Don y Mel no pueden ser reemplazadas. Si se trata de eso, lo que me gustaría es que algún día podamos reunirnos y darles a los fans lo que ellos quieren. Porque ellos recuerdan a esa formación y lo que quieren es vernos enterrar los problemas y ser amigos de nuevo tocando música.
Tú mismo respondiste la pregunta. ¿Por tu lado está todo bien para hacer una reunión de la formación original de Grand Funk?
Absolutamente. Siempre cuando sea justo y todos seamos tratados de la misma manera. Porque en este momento Don y Mel tienen dos tercios de la corporación que maneja los derechos y la marca de Grand Funk. Me han sacado de la corporación, tengo participación en la propiedad pero no tengo opinión. Y me duele, porque yo escribí 90% de la música de Grand Funk Railroad, es mi creación la que la gente compra como obra del grupo o que Don y Mel tocan en los shows que hacen juntos.
A mi no se me respeta, pero me encantaría que no fuese así. Yo quiero que esto se olvide, que mi voz se escuche y que podamos hacer esto de manera justa. No me gusta la injusticia.
¿Hay nueva música en tu futuro?
Sí, estoy escribiendo estos días. Estoy aprendiendo a usar algunos programas incluso. Pasamos de la cinta a estas grabaciones en un garaje con un teléfono. Con esta tecnología es más fácil capturar una idea y luego finalizarla o mejorarla. Estoy trabajando en nueva música, estoy atento a la inspiración, entender lo que se viene.
“Heartbreaker” fue la primera canción que escribí en mi vida. La escribí cuando tenía 18 años, dos años antes de Grand Funk Railroad. Estaba en una banda con Dick Wagner, que luego tocó en Alice Cooper. Él era un compositor, fue una gran influencia para mí.
Y fue Wagner quien me envalentonó. Yo estaba tocando los acordes de “Heartbreaker”, él me preguntó ‘hey, qué es eso?’ y le dije ‘estoy escribiendo una canción, se llama “Heartbreaker” y es así’ y le toqué lo que llevaba de la canción. Él me dijo que la terminara y la sumaríamos al set, así es que tocaba “Heartbreaker” a los 18 años con Dick Wagner y The Bossmen en Michigan, mucho antes de Grand Funk.
Era un niño de 18 niños buscando por el amor verdadero y lo único que había encontrado hasta el momento eran rompecorazones, ja. Por eso el título siempre fue ese el nombre de la canción.
La compañía eligió “Time Machine” para promocionar el primer álbum de Grand Funk. “Time Machine” era más pegajosa, tenía mejor ritmo. “Heartbreaker” comenzó a crecer en nuestros shows. Cada vez que tocaba esa canción, incluso con Dick Wagner, la gente la amaba. Hasta el día de hoy veo al público cómo la cantan, es muy especial.
Hay algo en la dinámica. Porque es muy dura en un comienzo, pero luego baja el volumen y parece débil y luego se levanta como llorando. Creo que es la combinación correcta para un público en directo. Siempre ha funcionado bien.
El blues me influyó mucho en esa época. Me atraía el sonido de guitarra del blues, cómo lograban que esas notas vibraran así. Parecía como si una persona estuviese cantando esas notas. Lo que yo quería era lograr eso. Eso hizo que yo viviera todo el día con mi guitarra, dormía con mi guitarra y la cuidaba. Puse en esa guitarra todas mis emociones, como en el blues, y la gente sabe que no soy el guitarrista más rápido, pero con lo que toco soy capaz de mostrarme tal como soy, de crear el carácter que ven en sus cabezas.
La primera canción que escribí resultó ser un blues. Es sólo la forma en que las cosas pasan, tampoco fue algo que yo planeara.
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